“No puedo dejar de recordar los sueños con Eduardo Rey cuando soñábamos con una sala propia”

Fabián Sciola escribe sobre la inauguración de una hermosa sala de teatro en Allen, y su anhelo de que se pueda hacer realidad el proyecto en Villa la Angostura.

 

Sr. Director:

POR PREPOTENCIA DE TRABAJO (Roberto Arlt)

El sábado 16 de abril fui a conocer un nuevo espacio escénico en Allen Río Negro. Con mucha alegría y asombro pude descubrir que los 12 años ininterrumpidos de trabajo de Fito Salazar y su esposa Claudia no fueron en vano.

Conocí a Fito y a sus padres en 1980 cuando llegué a Allen, dónde estudié tres años en la escuela técnica, allí pasé los mejores años de mi adolescencia porque se vivía de una manera muy sana y la diversión y el disfrute era entre las chacras, en reuniones familiares y casi siempre al aire libre.

Estábamos en un grupo de la parroquia dónde cumplíamos un rol social. ayudando en lo que podíamos en los barrios. Quizás allí comenzó la vocación de servicio de Fito que años después supe que se dedicaba al teatro y llegó a ser director de cultura.

Seguí en contacto con la gente de Allen dónde actualmente tengo algunos amigos y conocí a su actual esposa Claudia Osorio que luego supe que estaba casada con Fito y me habló de su proyecto de hacer un teatro en su casa. Parecía una locura pero el hombre (Fito) seguía avanzando. Con mucho esfuerzo familiar y poca plata, muy de a poco, se iba avanzando en el proyecto.

Todos los que hemos pasado por una experiencia en las artes escénicas hemos tenido el “sueño” de una sala propia dónde dar clases o traer espectáculos.

Seguramente la decisión de construir un teatro, en vez de construir departamentos o algo más lucrativo debe haber tenido más de alguna discusión familiar (pasa en las mejores familias). Quizás Claudia no haya visto inicialmente el sueño de Fernando y solo veía lo que se gastaba en ese “mosntruito”.

En una charla muy amena, Claudia me decía que imaginaba una “salita” para que su esposo pueda dar clases y siempre lo apoyó, pero nunca se imaginó ver concluida la obra en cuestión.

12 años pasaron desde el comienzo y los últimos dos fueron los peores, aún así cuando muchas empresas cerraron sus puertas y mucha gente quedó en la calle Fito siguió con su sueño trabajando en cada detalle con su talento y sus propias manos.

Hoy Allen puede disfrutar de este nuevo espacio social  y hay que apoyar a los emprendedores , en especial a los soñadores talentosos.

Al ingresar por el portón principal uno se encuentra con una fuente en el centro y mucho lugar de descanso , todo hecho con  estilo griego y buen gusto ( pensado y diseñado conociendo la historia de Esquilo, que fue el primer dramaturgo de la historia de occidente en el año 525 antes de Cristo).

El “espacio griego” domina la escena con una cascada y un estanque muy llamativo, al punto que los espectadores que ingresan por primera vez se quedan admirando la obra.  Podría tratarse de un largo pasillo decorado con plantas, pero el autor decidió mantener el estilo y llevarnos a la antigüedad de lo que podría haber sido una estancia de aquella Grecia con elementos venerados en la cultura: Fuego, agua, piedras, madera y plantas.

Sigue la boletería y el espacio administrativo , a continuación un bar con servicios de comidas y un espacio para las artes plásticas.

La puerta principal del teatro es de 1915 y fue restaurada totalmente dándole un porte distinguido.

La sala “Esquilo” es un teatro que se  suele llamar “a la italiana”: Tiene un escenario de 8,5 mts de ancho y 5 mts de fondo, con bambalinas , arlequines y telón de fondo. También cuenta con camarines , un lujo para los actores que lo sabrán apreciar.

Tiene espacio para 150 espectadores sentados y aproximadamente 80 comensales cuando lo arman con mesas.

Un lujito de teatro que nació de un sueño personal y hoy es un hecho.

No puedo dejar de recordar los sueños con Eduardo Rey (Director de teatro y actor en Villa la Angostura allá por 1995) y  con el elenco de aquellos años, cuando soñábamos con una sala propia, cuando buscábamos terreno y financiación, las promesas políticas que nunca llegaban a cumplirse y la cantidad de veces que vimos postergados nuestros proyectos por no contar con un lugar apropiado para ensayo y puestas de teatro.

Cuando se ven estas obras de los locos soñadores pensamos que no todo está perdido!!!!.

 

Fabián Sciola
Villa la Angostura
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