Madre del joven asesinado: “Estaba en un estado muy sacado, era de riesgo para su familia o para su vida”

Juzgado Multifueros de Villa la Angostura.

Lidia,  expresó el dolor tras la muerte de su hijo en un confuso hecho. Había consumido droga y llamaron a la policía porque estaba “descontrolado”. El policía que hizo el disparo está detenido.

 

“Lo único que queremos es justicia, que no haya más Robinson, que no haya más Guadalupe, que no haya más chicos que la policía ha matado acá en la Angostura”, expresó y pidió justicia para poder vivir tranquilos, “no te voy a decir que vamos a vivir felices”.

“Es muy difícil, sólo Dios sabe hasta cuándo continuaremos, una madre que pierde a un hijo no le quedan muchas ganas de seguir, con un hijo que ha luchado tanto, las hemos pasado, se levantaba, se caía, pero ahí estaba la familia, su esposa y yo, quizá los hermanos a lo lejos pero su esposa y yo todos los días estábamos dándole una palabra de aliento o cariño, quizá era mi calvario, pero lo amaba, porque era mi hijo, no era menos que ninguno de los otros, era igual, con todos sus defectos y virtudes que tenía“, dijo rompiendo en llanto.

Contó que alrededor de las 6 la llamó su nieta “pidiendo que la ayudara a sujetar a su papá o llamara a la policía para que los ayudara”. Estaban desesperados pidiendo ayuda porque su hijo estaba con un cuchillo en la mano porque había consumido cocaína y se había vuelto loco, “estaba en un estado muy sacado, era de riesgo para su familia o para su vida. La policía nunca se quiso meter para ayudarnos”.

Agregó que luego la esposa logró reducirlo y sacarle el arma, porque la policía no se animaba a entrar o “no sé cuál era el problema que no entraban”. Entonces su esposa salió y les dijo que le había sacado el cuchillo y que podían entrar, pero en un interín que Lidia se fue para su casa se escucharon disparos y gritos. “La policía le gritaba a mi hijo, tirate al piso…” expresó y al llegar su hijo estaba tirado boca abajo, muerto.

Contó que su nuera le dijo que le pegaron el tiro en la cabeza cuando ya estaba reducido, esposado y tirado en el piso.
Consultada respecto a la adicción de su hijo dijo que trataban de contenerlo entre la familia, porque hace muchos años que fumaba marihuana pero “van teniendo amigos y cada vez va teniendo cosas más pesadas”.

Dijo que siempre tenía problemas con la policía porque “siempre lo amenazaban” y agregó que “quiero suponer que el que le pegó el tiro es nuevo, no es de acá”. Lamentó que “uno confía en la policía, justamente por eso pedimos ayuda a ellos”.

Contó que su hijo más chico sacó a sus sobrinos por la ventana del baño. Robinson trabajaba en la municipalidad, y según sostuvo había mejorado mucho en el último tiempo su situación económica y laboral, al tiempo que “hacía bastante que no consumía nada, porque en la municipalidad les hacen alcoholemia y para saber si han consumido alguna droga.” Aseguró que ya no lo estaba haciendo, “no sé qué le pasó ayer”.

Fuente: B2000

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