Un día como hoy hace más de 8 décadas, se comenzaba a construir un edificio emblemático de Villa la Angostura

El elegante comedor principal de la residencia.

Fue el 24 de febrero de 1940 cuando Pedro Longaretti iniciaba la construcción de una vivienda que hoy tiene un enorme valor en la historia de Villa la Angostura. La dueña original fue Sara Madero de Demaría quien la inauguró en diciembre de 1942. Desde 1964 es la residencia oficial del gobierno de Neuquén. Escribe Yayo de Mendieta

 

La historia de esta distinguida residencia, tuvo origen cuando Sara Madero de Demaría, decidió conocer aquella región patagónica que su primo, Exequiel Bustillo, no dejaba de calificar como “un lugar de ensueño”.
Fue así como estando de visita en la estanzuela Cumelén, pudo verificar que su primo no exageraba. En esa misma oportunidad decidió adquirir un lote y construir allí una casa de veraneo.

De esta manera y a través de la licitación de lotes que Parques Nacionales llevaba adelante en ese momento para poblar aquella lejana zona, Sara Madero de Demaría realizó una oferta y resultó adjudicada con un lote, dentro del pastoril N° 9.

Su marido, José Demaría Sala, al principio no compartía el entusiasmo que invadía a su esposa, aunque finalmente se involucró en el proyecto y celebró la decisión de su esposa.
Con el compromiso por cumplir de edificar antes de los cinco años, construyó una pequeña casa de troncos, sobre la misma costa del lago. El primer casero fue el húngaro Alberto Bernas, quien resultó un excelente carpintero y realizó numerosos trabajos de fina terminación para la propiedad.

Al fallecer los padres de Sara Madero de Demaría, en 1939 se decidió a realizar la construcción principal, la cual encomendó a su pariente el arquitecto Alejandro Bustillo.

La vivienda debía ser en su mayor parte en material, y no troncos, pues su dueña, tenía aversión por el fuego. De esta manera el arquitecto se inclinó por la piedra, granito de la zona, en su terminación exterior y estructural. La madera utilizada, ciprés, fue seleccionada y puesta sobre lanchones que la acarreaban desde Bariloche.

Comienza la obra

La construcción propiamente dicha, se inició el 24 de febrero de 1940 y el constructor elegido fue Pedro Longaretti. Los trabajos finalizaron en diciembre de 1942.
Tomando pautas sobre el diseño de la casa del Doctor Schutz en San Isidro, Buenos Aires, el proyecto se fue ampliando y mejorando, hasta finalizar en una imponente construcción de estilo francés (“manoir”: casa de campo).

El nombre “El Messidor” significa “mes de oro”, que corresponde al mes de Octubre, pues en ese período, en Francia, las espigas relucen en los trigales dorados.

Con vista a la península Quetrihue, la pared del acantilado como fondo majestuoso, y el muelle de la Bahía Mansa como entorno de ensueño natural se yergue esta imponente construcción.

La compra del gobierno provincial

El 10 de abril de 1964, estando la propiedad en venta, recibe una propuesta de compra por parte de el entonces Senador don Francisco Capraro (Movimiento Popular Neuquino) y Dr. Jorge Doroteo Solana, quienes tramitan ante la Dirección Nacional de Turismo (cuyo titular era el Dr. José Grayzabal) un préstamo para la adquisición de la propiedad por parte de la provincia del Neuquén.

El gobernador don Felipe Sapag, gestiona ante la Legislatura Provincial la aprobación de una partida del presupuesto anual para la concreción de la operación, centralizaba su propuesta en el valor negociado – que se consideraba por debajo del valor de mercado – y el incremento de turismo nacional e internacional que se avizoraba para la localidad por aquella época.

El 23 de diciembre de 1964, se procede a la firma de la escritura de compra a favor del gobierno provincial, a través del presupuesto aprobado con fecha 23 del septiembre del mismo año por un total de $ m/n. 17.000.000 (diecisiete millones de pesos moneda nacional), con la promulgación de la Ley 338/64, que daba por finalizada aquella primera gestión del Senador Francisco Capraro, hijo del pionero Primo M. Capraro.

La residencia “El Messidor” ha sido visitada por numerosas personalidades, gobernadores, embajadores y funcionarios de diversa jerarquía. También, los ex–presidentes Juan Carlos Onganía y familia, Raúl Alfonsín y María Estela Martinez de Perón, esta última como lugar de detención tras el golpe militar del 24 de marzo de 1976.

Margarita Moure, quien se desempeñó durante casi veinte años como administradora de El Messidor, contó su experiencia ante las cámaras. Habló sobre la historia del castillo desde su construcción hasta el momento en que fue adquirido por la provincia.

Ella asumió la responsabilidad de recibir a los visitantes que llegaban a la residencia en 1973 y hasta 1992 permaneció al frente de lo que sucedía en El Messidor, aunque fue presidenta del Concejo Deliberante durante cuatro años y luego resultó electa intendenta. Una parte de su vida la pasó en ese rincón de Villa La Angostura y no duda en afirmar que administrar la residencia del gobierno provincial allí constituyó para ella “una experiencia riquísima”.

“En aquella época no había teléfono, radio, ni asfalto. Sin embargo, adquirir la propiedad fue una gran decisión en la cual tuvo mucho que ver el senador Elías Sapag. Porque en esos tiempos no había nada en la Patagonia para recibir a los visitantes y El Messidor fue una especie de embajada a través de la cual Neuquén se dio a conocer”, opinó.

Yayo de Mendieta

Villa la Angostura

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