Recordando a su abuela cuando usaba la rueca…en aquella naciente Villa la Angostura

Sr. Director:

Mi abuela Ana Salina de Andrade “El huso y la Rueca “, la rueca, La hiladora Jenny fue inventada en 1770 por un carpintero Inglés.
Aproximadamente en los años 1890 mi abuela doña Ana, se asentó junto a mi abuelo Francisco Andrade Campos, en el paraje “El Rincón, cerca de Villa la Angostura. Después de vivir varios años, el matrimonio siendo respetuoso de las leyes y el orden, decidieron acercarse más al poblado, dejando allí dos hijos sepultados.

Doña Ana hilaba la lana de las ovejas en las noches largas de invierno a veces sin el calor de un hogar y en verano al aire libre, todo un arte de una mujer con la creatividad, en la técnica y la expresión, que desempeñó un papel importante, en la escasa economía familiar de la época, vendiendo a visitantes, turistas y locales (medias, suéter, sacos y hasta indumentaria de bebes de lana).

Me cuenta mi madre María a la cual vi de niño trabajar la lana. No era fácil y rápido todo tenía un largo proceso; Primero era necesario esquilar en verano a las ovejas, luego lavar la lana en el río o lago, luego dejarla secar al sol en los árboles y después guardarla en vellones. Una vez esquilados y lavados los vellones de lana, el primer paso para la obtención del hilo era el “cardado”: la lana después de lavada, se quedaba un poco apelmazada, y era necesario deshilarla bien antes de proceder a su hilado. Para ello se recurría a diversos tipos de cardas, cuyo modelo más antiguo es un instrumento con mango formado por un armazón de madera donde se insertan los cardos secos.

Este proceso, que requería mucha paciencia, se utilizaba ambas manos en operación conjunta. Se ponía entonces la lana entre las cardas, y se cardaba o peinaba en el mismo sentido hasta separar bien los hilos, y cuando ya estaba bien cardada, y se quería sacar de la carda, ésta se pasaba en sentido contrario para desenredar la lana.

Tipológicamente, este instrumento corresponde a los modelos más arcaicos.

Más tarde esta lana cardada llamada copos, se hacían servir de ellos para hilarlos mediante el huso y convertirlos en lana de varias hebras mediante la rueca (máquina de mandera utilizada en la presente foto familiar), para hacer cualquier labor con ella, como: jersey, piales, bufandas, guantes, etc…

Un huso es un objeto que sirve para hilar fibras textiles. En su forma más simple es un trozo de madera largo y redondeado, que se aguza en sus extremos y que en uno de ellos, normalmente el inferior, lleva una pieza redonda (se utilizaba una papa para comestible bien redonda) de contrapeso y tope, llamada malacate, nuez, tortera o volante.

Para hilar con un huso se comienza por tomar un copo de alguna fibra textil como lana o algodón y se retuerce una porción entre los dedos hasta darle forma de hebra. Esta hebra inicial se amarra al huso y se sigue realizando el procedimiento de torsión. Mientras tanto, con la otra mano se hace girar el huso con un extremo afirmado en el suelo, de modo que la hebra vaya enrollándose a él, en esta operación la tortera ayuda a evitar que el huso se desestabilice y caiga. Una vez que el huso se ha llenado, la fibra hilada se desenrolla manualmente o con una devanadera, para guardarla como ovillo o como una madeja, en este último caso, también puede usarse un aspa.

  • En la presente fotografía tomada en el “Coihue Grande”, zona del Correntoso hace un poco más de 70 años. mí abuela Ana esposa de mí abuelo Francisco Andrade Campos, junto sus hijas; mí madre María Andrade, Nolfa, Elsa, Margarita e Inés, aprendiendo la técnica.-

Raúl Alfredo Del Castillo

DNI 24.580.830

Villa la Angostura

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