A la preocupante caída en las reservas turísticas que se viene registrando para la temporada invernal, se suma ahora un nuevo factor de incertidumbre que golpea de lleno al sector: la confirmación de un paro nacional por parte de los pilotos de Aerolíneas Argentinas, que podría concretarse durante las vacaciones de invierno, uno de los períodos de mayor movimiento turístico del año.
En un contexto económico adverso, marcado por una inflación persistente y una brecha cambiaria que convierte a Argentina en un destino más costoso para visitantes extranjeros —especialmente brasileños y chilenos—, este anuncio gremial generó un enérgico rechazo entre empresarios, operadores y autoridades provinciales que aguardaban con expectativa el inicio de la temporada alta.
Durante una asamblea de carácter resolutivo, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), encabezada por el dirigente Pablo Biró, aprobó por unanimidad un Plan de Lucha Nacional en respuesta a recientes medidas del Poder Ejecutivo. La conducción sindical comunicó que promoverá un paro de alcance nacional, con fecha a definir, pero que coincidiría con el receso invernal, afectando potencialmente a miles de pasajeros.
El detonante de este conflicto fue la publicación del Decreto 378/2025, mediante el cual el Gobierno Nacional introdujo cambios significativos en el Código Aeronáutico. Entre los puntos más cuestionados, el decreto contempla la reducción de las horas de descanso obligatorias para el personal de vuelo y un recorte en el período de vacaciones anuales, medidas que el oficialismo justificó por la necesidad de optimizar costos operativos y mejorar la competitividad del sector aéreo.
No obstante, la normativa —que actualmente se encuentra suspendida por 90 días debido a dificultades en su aplicación— fue severamente objetada por el gremio, que advirtió sobre los riesgos en la seguridad operacional derivados de la disminución de los estándares de descanso y recuperación de los pilotos.
Desde APLA señalaron en un comunicado oficial que “la norma en cuestión compromete la integridad de las operaciones aéreas y atenta contra los derechos laborales adquiridos”. A su vez, detallaron que se otorgó a la Comisión Directiva la facultad de instrumentar todas las medidas de acción gremial que estime necesarias, incluyendo el estado de asamblea permanente y la convocatoria al paro nacional.
La entidad sindical recordó que ya había alertado a principios de esta semana que la “falta de previsibilidad y el deterioro en las condiciones laborales derivarán en la cancelación de cientos de vuelos durante el período vacacional invernal”.
El anuncio encendió luces de alarma en los principales destinos turísticos del país, que se encuentran en plena campaña de promoción de la temporada invernal. Empresarios del rubro hotelero y gastronómico manifestaron su preocupación ante el impacto económico que podría tener esta medida de fuerza, sumándose a la incertidumbre generada por la caída de reservas y la menor afluencia de turistas internacionales.
Con este escenario, la temporada invernal se perfila como una de las más desafiantes de los últimos años, combinando la recesión interna con un posible colapso de la conectividad aérea, justo en el momento de mayor demanda de servicios turísticos.