Cortes de Camuzzi en Villa la Angostura y San Martín: Hay caudal, pero no cañerías y se agrava con las promesas incumplidas

Un fuerte malestar causó la interrupción -al igual que el año pasado- del servicio de gas natural en Villa la Angostura. Pese a las restricciones que impuso Camuzzi, desde el gobierno recordaron que Neuquén tiene producción de gas “para abastecer el consumo de Argentina y Chile juntos multiplicado por seis durante las próximas tres décadas”. El anuncio de Alberto Fernández que nunca se cumplió

Si bien la provincia de Neuquén es uno de los principales centros productores de gas del país —gracias en gran parte a los desarrollos no convencionales como Vaca Muerta—, la capacidad de producción no es el problema de fondo que generó los cortes recientes en Villa La Angostura y San Martín de los Andes. De hecho, en términos de caudal disponible, la provincia cuenta con volúmenes de gas más que suficientes para abastecer la demanda residencial e industrial, incluso durante los picos de consumo invernales.

Precisamente este lunes el gobernador Rolando Figueroa encabezó en Washington una mesa de trabajo sobre oportunidades de inversión en energía para Neuquén, organizada en la embajada argentina en Estados Unidos. Frente a representantes de empresas, inversores y agencias federales, Figueroa presentó el potencial productivo de Vaca Muerta y aseguró que la provincia puede abastecer “el consumo de Argentina y Chile juntos multiplicado por seis” durante las próximas tres décadas.

En octubre de 2022, el entonces presidente Alberto Fernández anunció, durante un acto en Neuquén, que se destinarían aproximadamente $ 5.000 millones de pesos (en ese momento) para la obra de expansión del Gasoducto Cordillerano Patagónico, con el objetivo de mejorar el abastecimiento de gas natural en la región cordillerana de Neuquén, Río Negro y Chubut.

El anuncio generó expectativa porque se trataba de una inversión largamente reclamada por los municipios cordilleranos, que sufren problemas recurrentes de cortes o restricciones de gas en invierno, justamente como los que están ocurriendo estos días.

Sin embargo, a partir de 2023 el proyecto quedó estancado por varias razones y nunca se concretó.

Los perjuicios para Villa la Angostura

Los cortes de gas en localidades turísticas, como es el caso de Villa La Angostura, tienen un impacto negativo muy fuerte, porque coinciden con la temporada alta de invierno, cuando más visitantes llegan y más consumo energético hay. Entre los principales efectos:

Impacto en la actividad económica y el turismo

  • Muchos hoteles, cabañas, restaurantes y comercios dependen del gas para calefacción, agua caliente y cocina.

  • Cuando se corta o restringe el suministro, se ven obligados a recurrir a alternativas costosas (garrafas, equipos eléctricos) o directamente a suspender servicios.

  • La imagen del destino turístico se ve afectada: un visitante que pasa frío o no tiene servicios básicos difícilmente quiera volver o recomendar el lugar.

  • En plena temporada de esquí y nieve, la demanda se multiplica, agravando el problema.

Problemas en las viviendas familiares

  • La mayoría de los hogares utilizan gas natural para calefacción. En contextos de olas polares, como la de esta semana, quedarse sin gas implica riesgo para la salud, sobre todo en niños y adultos mayores.

  • Muchos vecinos no tienen acceso inmediato a garrafas o calefactores eléctricos suficientes.

Incremento de costos y riesgos eléctricos

  • Al no tener gas, la gente recurre a la electricidad para calefaccionar, lo que provoca sobrecarga en el sistema eléctrico, riesgo de cortes de luz e incluso incendios por el uso de estufas eléctricas inadecuadas.

Problemas en los servicios esenciales

  • Las escuelas, hospitales y comisarías también dependen del gas para calefacción y agua caliente.

  • En estos días, por ejemplo, las escuelas locales suspendieron clases o limitaron turnos hasta que se restableció el servicio.

Pérdida de competitividad turística

  • Otros destinos de la Patagonia que tienen gasoductos con mayor capacidad (por ejemplo, Bariloche) no enfrentan el mismo nivel de restricciones, por lo que Villa La Angostura queda en desventaja.

En resumen: Los cortes de gas no son sólo un problema de confort, sino que afectan la economía local, la salud, la seguridad y la reputación turística de la localidad. Es una de las razones por las que los intendentes y cámaras empresarias vienen reclamando la ampliación urgente del Gasoducto Cordillerano Patagónico.

Un problema de varios años, sin respuestas concretas

El problema radica en que la red de gasoductos que transporta ese gas hasta las localidades cordilleranas no fue diseñada ni dimensionada para soportar caudales tan elevados en situaciones extremas, como las olas polares que se registraron esta última semana. El Sistema Cordillerano Patagónico, que es el responsable de abastecer toda esta región, tiene limitaciones técnicas de transporte:

  • Se trata de una infraestructura de más de 1.700 kilómetros de cañerías que se alimentan desde dos extremos (Collón Curá por el norte y Comodoro Rivadavia por el sur).

  • En invierno, la combinación de temperaturas bajo cero sostenidas y récord histórico de consumo domiciliario genera un descenso brusco de la presión en la red.

  • Cuando la presión cae por debajo de los niveles mínimos de seguridad, los reguladores automáticos cortan el suministro en las viviendas y edificios, para prevenir riesgos graves.

En otras palabras, aunque el gas existe en la boca de pozo y en los centros de producción, no hay capacidad de transporte suficiente en los gasoductos para garantizar que llegue a todas las ciudades al mismo tiempo, en volúmenes adecuados, cuando la demanda se dispara.

Esta situación quedó evidenciada esta semana, cuando Camuzzi se vio obligada a interrumpir parcialmente el servicio en zonas de San Martín de los Andes y Villa La Angostura ante la caída de presión. La empresa distribuidora explicó que la causa no es falta de gas en Neuquén, sino que la infraestructura del gasoducto no acompaña la velocidad de crecimiento del consumo residencial, que viene aumentando año tras año.

Para mejorar esta situación en el futuro, se requiere:
🔹 Obras de refuerzo de cañerías, duplicación de tramos críticos y ampliación de estaciones de compresión.
🔹 Proyectos de inversión que permitan elevar la capacidad de despacho en escenarios de alta demanda.
🔹 Coordinación entre las productoras, transportistas y distribuidoras, con respaldo estatal en la planificación.

Mientras tanto, cada ola polar que se combina con consumos máximos tensiona al límite el sistema, con el riesgo de cortes generalizados que impactan directamente en la calefacción y la vida cotidiana de miles de familias.

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