Así lo aclaró Ricardo Hass, jefe de los rescatistas locales que participaron de dos rastrillajes en la zona de las Termas de Puyehue buscando a don Carlos Ancapichun, quien desapareció misteriosamente el pasado 13 de junio. Encontraron su ropa de campo dentro de la camioneta y no hay indicios de su paradero. Los investigadores trabajan con la hipótesis que “plantaron” la camioneta en un lugar, pero en realidad don Carlos no estuvo en ese sector. Su padre también desapareció en el mismo lugar, y nunca fue encontrado su cuerpo. Mirá el video con la entrevista
El jefe del Grupo de Búsqueda y Rescate en Zonas Agrestes (BRZA) de Villa La Angostura, Ricardo Hass, confirmó que no existen posibilidades de hallar con vida a don Carlos Ancapichun, el vecino de esta localidad que desapareció el pasado 13 de junio mientras visitaba a su familia en Entre Lagos, Chile.
Carlos Ancapichun es un vecino muy apreciado por la comunidad de Villa La Angostura que durante muchos años trabajó como jardinero y cuidador de viviendas en Cumelén Country Club, donde incluso prestó servicios en las residencias que ocuparon los reyes de Holanda durante sus visitas a nuestra localidad.
En una entrevista brindada al NOTICIERO de ANGOSTURA DIGITAL TELEVISIÓN, Hass explicó que, a solicitud de la familia y con el apoyo solidario de vecinos de Cumelén —quienes se hicieron cargo de los costos de traslados y alojamiento—, brigadistas del BRZA viajaron en dos oportunidades al sitio de la desaparición para colaborar con los operativos de búsqueda, lamentablemente sin resultados positivos.
Muchos cabos sueltos y preguntas sin responder
Hass recordó que recién dos días después de la desaparición se supo que algo no estaba bien, cuando Carabineros de Chile se comunicaron con la esposa de Ancapichun en Villa La Angostura para informarle que la camioneta de su esposo había sido encontrada abandonada en un predio rural. Al inspeccionar el vehículo, hallaron en su interior toda la indumentaria de trabajo —las botas y la “ropa de campo”— que don Carlos acostumbraba usar cada vez que se internaba en la zona boscosa, un detalle que aumentó la preocupación pues nunca se internaría en el bosque sin tener la ropa correspondiente.
“Por las condiciones del clima y del terreno, y considerando que no llevaba puesta la ropa adecuada, no hay posibilidades de que haya podido sobrevivir tanto tiempo”, explicó Hass quien recordó que la semana pasada, entre la ola polar y las intensas lluvias, se hizo extremadamente difícil trabajar en los rastrillajes en el campo donde desapareció. También comentó que en los últimos días se sumaron a la búsqueda perros especializados en la detección de restos humanos, que recorrieron exhaustivamente el área de unas 700 hectáreas, incluyendo las viviendas de familiares y las inmediaciones donde Ancapichun fue visto con vida por última vez. Sin embargo, tampoco hubo indicios concluyentes.
El área donde desapareció el vecino es un sector agreste y con grandes cañaverales, que por momentos es hasta imposible de recorrer, comprendido entre el complejo termal de Aguas Calientes y el centro de esquí Antillanca, dentro del Parque Nacional Puyehue.
Hass describió el terreno como “sumamente cerrado”, con vegetación típica de la selva valdiviana, muy húmeda y prácticamente virgen. “Es un lugar con cañadones profundos, cascadas, saltos de agua y mallines donde fácilmente te podés hundir”, relató.
A pesar de la hostilidad del entorno, remarcó que Ancapichun conocía muy bien cada rincón: “Carlos nació y creció allí. Siempre soñó con construir su casita en ese predio. Lo conocía como la palma de su mano, de echo desaparece donde dicen sus familiares que fue a ver el lugar donde quería construir una casa, pero todos nosotros, al igual que los investigadores de la PDI, tenemos serias dudas de que realmente haya estado en el lugar donde se encontró la camioneta”.
Durante los rastrillajes, participaron referentes del Ejército chileno y equipos de rescate de distintas organizaciones. “En un momento llegamos a reunir unas sesenta personas, se rastrilló todo lo que humanamente se podía, pero el campo es inmenso y lamentablemente no encontramos ni un solo indicio de que Don Carlos hubiera estado en este lugar”, añadió Hass.
Hass se mostró sorprendido por el hallazgo de la camioneta cerrada, con toda la ropa de campo dentro. “Nunca se cambió para ingresar al bosque, que era algo que siempre hacía. En Chile es muy común que antes de salir se pongan las botas y el equipo. Esta vez no lo hizo”.
Aunque en el operativo se utilizó un perro rastreador, la demora en autorizar su ingreso afectó la eficacia del rastrillaje. “Ese perro tendría que haber trabajado el primer día. Cuando finalmente la fiscal dio la orden, ya había pasado demasiado tiempo y el terreno estaba contaminado por el movimiento de muchas personas. Además, llovió y nevó varios días seguidos”.
En total, ocho brigadistas del BRZA trabajaron durante los primeros cinco días de búsqueda. El último fin de semana regresaron tres rescatistas para ampliar el rastrillaje. Según contó Hass, al principio salían acompañados por un familiar de Ancapichun que conocía bien la zona, pero luego continuaron de manera independiente tras familiarizarse con el lugar, pero siempre fue con resultados negativos.
A estos rastrillajes se sumaron grupos de rescate de Osorno y Frutillar, quienes, según comentó Hass, reconocieron que en ese momento había poco interés institucional en el caso, dado que la desaparición de una concejal en la misma región acaparó casi todos los recursos y la atención mediática.
Hass expresó la preocupación y la impotencia que sienten la esposa y las hijas de Carlos Ancapichun, que perciben que la búsqueda no tuvo la prioridad que correspondía. “Tienen la sensación de que no se está haciendo lo suficiente para encontrarlo”.
Finalmente, Ricardo Hass anticipó que este sábado llega un grupo de rescatistas especializados para determinar un nuevo patrón de búsqueda y asi realizar nuevos rastrillajes.
Sin embargo, Hass reconoció que, a esta altura y con estas condiciones climáticas, no hay posibilidades de encontrarlo con vida “solo queremos que se resuelva el caso, y encontrar el cuerpo de Don Carlos para darle sepultura y que pueda descansar en paz”.
- Mirá la entrevista completa con Ricardo Hass
Su padre también desapareció en el mismo sector
En 1950 el padre de Carlos Ancapichun salió de su trabajo montado a caballo y, horas más tarde, el animal regresó solo. Pese a las búsquedas que se realizaron por aquel entonces, jamás se encontró rastro alguno de él. “Las operaciones de búsqueda de esa época distaban mucho de las que se pueden desplegar ahora”, comentó su nieto, Mirko Ojeda Hidalgo, conmovido por la coincidencia trágica que atraviesa a dos generaciones de la familia.