Cuando Villa la Angostura iba a tener su propia estación de tren

Foto: El tren debía llegar hasta Bariloche, y luego continuar bordeando el Nahuel Huapi hasta Villa la Angostura y cruzar la cordillera para llegar finalmente a Osorno, Chile. (Archivo Visual Patagónico)

Era una de las paradas que tenía la línea que unía las estaciones de (Península) Huemul y Osorno. El proyecto preveía un túnel bajo el límite cordillerano, entre otras importantes obras de ingeniería. Escribe Yayo de Mendieta.

Esta es una de las tantas historias que tiene este rincón cordillerano del sur neuquino que no son tan conocidas, pero representan una época de gran crecimiento a nivel nacional, como el caso de este ambicioso proyecto que lideró el ingeniero Bailey Willis para integrar la región del Nahuel huapi con Chile.

Bailey Willis fue un prestigioso geólogo estadounidense contratado en 1910 por el gobierno argentino para estudiar el desarrollo de esta región y planificar obras de infraestructura. Su trabajo se conoció como “Informe sobre la región andina del Neuquén, Río Negro y Chubut” y fue publicado en 1914, después que ya había dejado el país sin poder completar su enorme plan estratégico de crecimiento.

Este esquema proponía rutas ferroviarias, entre las que se encontraba la estación Villa la Angostura (por entonces paraje Correntoso) que, según Willis, permitirían facilitar el poblamiento, transportar ganado y productos agrícolas, conectar los puertos chilenos con el Atlántico, además de reforzar la presencia argentina en la región de frontera.

Willis tenía antecedentes sobre una obra similar, pues en su juventud había sido testigo de la construcción de una línea del Ferrocarril Northern Pacific que cubría una amplia zona del territorio americano sin explotar, y con vastas posibilidades de desarrollo y crecimiento.

El plan más importante de nuestra región era prolongar la red del Ferrocarril del Sud, el ramal que llegaba hasta Ingeniero Jacobacci y más tarde lo hizo a San Carlos de Bariloche. Luego el tren debía seguir su camino hacia Chile bordeando las vías el lago Nahuel Huapi por el sur, cruzar la zona actual de Dina Huapi y también se establecía una estación ferroviaria cerca del brazo Huemul.

A partir de allí, el ferrocarril seguiría la costa norte del lago hasta el área de lo que hoy es Villa La Angostura, pues según Willis “el mejor lugar de paso era por un antiguo valle suavemente inclinado, el valle del río Correntoso” (hoy más conocido como Villa la Angostura), que permitía un cruce ferroviario menos empinado que otros pasos.

Foto: Bailey Willis junto a parte de su equipo técnico que planificó una nueva provincia, que incluía a Villa la Angostura.

Este plan de acción, del cual se hicieron todos los planos y estudios técnicos, fueron presentados oportunamente al Ministro de Obras Pública, ingeniero Ramos Mexía, y al presidente Roque Sáenz Peña, ambos se mostraron muy entusiasmados y dieron luz verde para avanzar con esta iniciativa.

Este tendido preveía un túnel bajo el límite cordillerano o un paso de altura adaptado con viaductos, y del lado chileno la línea descendería siguiendo la cuenca del río Rahue hacia Osorno. Allí se integraría con la red de ferrocarriles del sur de Chile, permitiendo llevar carga y pasajeros hasta el Pacífico.

Bailey Willis sostenía que esta ruta del ferrocarril aprovechaba la navegación por el lago Nahuel Huapi, pues se estableció el trasbordo de pasajeros en la estación de la Península Huemul, y destacaba que el tendido de estas vías era el ideal por ser el terreno mucho más apto que en otros pasos, y además permitía habilitar un corredor bioceánico con gran potencial comercial.  Incluso destacó que Bariloche podría convertirse “en un centro ferroviario y portuario binacional” debido a que era la única ciudad en desarrollo, considerando que en aquel momento (1912) en el paraje Correntoso había apenas unos 200 pobladores distribuidos a lo largo de varios kilómetros.

Aunque esta estrategia de desarrollo fue estudiada por varios gobiernos y figuró en los planes ferroviarios a ejecutar a corto plazo, en la década del 20 del siglo pasado se desestimó por ser muy costosa (túneles, puentes, obras de gran escala), sin olvidar las tensiones políticas y diplomáticas sobre el trazado limítrofe. Además, la Primera Guerra Mundial y luego la crisis del ’30 hicieron que la Argentina priorizara otras regiones, y finalmente se optó por continuar con el uso del transporte lacustre (vapores Modesta Victoria, Cóndor, etc.) y mantener la conexión terrestre por los precarios caminos que por aquellos años tenía nuestra región, y en particular el “Camino de la Herradura” que unía el paraje Correntoso con Bariloche.

De esta manera, el tendido del ramal saliendo de Bariloche, pasando las estaciones Huemul y Villa la Angostura para llegar finalmente a Osorno, quedó como uno de los grandes proyectos truncos de la Patagonia, iniciativa que supo tener un visionario que se adelantó un siglo a la importancia de la conectividad para así fortalecer la economía entre ambas regionales a cada lado de la Cordillera de los Andes.

Yayo de Mendieta

Villa la Angostura

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