El frente provincial buscan garantizar que los recursos y derechos de la provincia sean defendidos y lleguen a quienes les pertenecen: los neuquinos.
Rumbo a las elecciones del 26 de octubre, Neuquén enfrenta un desafío histórico: garantizar que sus recursos y derechos sean defendidos en el Congreso de la Nación (obligación que recaerá sobre la nueva camada de legisladores). Los candidatos de La Neuquinidad no buscan debates de confrontación ni protagonismos nacionales; su misión es clara: reclamar lo que a la provincia le corresponde y que Nación sistemáticamente ha postergado.
La provincia que más aporta en petróleo, gas y energía eléctrica al país recibe apenas una fracción de los recursos que genera. Por cada 100 pesos que envía al Tesoro Nacional, sólo regresan 51. Ese desequilibrio limita obras, servicios y oportunidades para los neuquinos, y evidencia la necesidad de contar con representantes comprometidos que defiendan los intereses locales. Lo que se pondrá en debate luego de los comicios es la nueva Ley de Coparticipación Federal y la provincia necesita representantes que reclamen por ella (despojados de las mezquindades históricas de los partidos nacionales).
Durante los últimos años (y en especial desde diciembre de 2023), la administración nacional desentendió las necesidades provinciales: recortó fondos para infraestructura, dejó de financiar escuelas, hospitales y centros de salud, y abandonó obligaciones esenciales. Neuquén, sin embargo, decidió no esperar y cubrió esos vacíos con gestión propia y recursos provinciales, demostrando que es capaz de sostener el desarrollo aun frente a la indiferencia de Nación.
Los candidatos de La Neuquinidad llevan al Congreso esa experiencia: saben cómo se gestiona un Estado eficiente y responsable, y cómo se priorizan las necesidades de la población. Su objetivo es replicar esas políticas a nivel nacional, buscando leyes y recursos que permitan que la provincia siga creciendo sin depender de decisiones centralizadas.
Entre sus propuestas figura la modificación de la ley de Coparticipación Federal, para que Neuquén reciba lo que le corresponde por su aporte al país, y la implementación nacional de la Ficha Limpia, que impide que condenados o destituidos ocupen cargos públicos. Son medidas que reflejan una gestión transparente y orientada al interés de los ciudadanos, no a los juegos políticos de Buenos Aires.
Mientras tanto, los partidos de la grieta continúan centrados en disputas nacionales que poco impactan en la realidad provincial. Su agenda no contempla las necesidades de Neuquén ni propone soluciones concretas. Allí se ve la diferencia: unos buscan rédito político, los otros defienden derechos e invierten en el futuro de la provincia.
El 26 de octubre, Neuquén tendrá la oportunidad de elegir entre la gestión y los intereses provinciales o la confrontación y la indiferencia de Nación. Con legisladores propios, comprometidos con el modelo neuquino, la provincia podrá reclamar lo que le corresponde, acelerar el desarrollo y garantizar que cada recurso llegue a quienes más lo necesitan: los neuquinos.



