Hasta el Paso Fronterizo Mamuil Malal, en la comuna de Curarrehue, Región de La Araucanía (Chile), se trasladaron distintas autoridades encabezadas por el delegado presidencial Eduardo Abdala y el seremi de Seguridad Pública Israel Campusano, junto a efectivos de Carabineros y de la Policía de Investigaciones (PDI), para supervisar los controles de ingreso y salida del territorio trasandino.
La visita tuvo como objetivo evaluar la capacidad operativa y los mecanismos de fiscalización en uno de los pasos más activos de la zona sur, en un contexto marcado por la creciente preocupación por los pasos fronterizos clandestinos que atraviesan la Cordillera de los Andes, muchos de los cuales son utilizados por narcotraficantes, contrabandistas y prófugos de la justicia.
Riesgo creciente: 20 pasos ilegales en la Región de La Araucanía
De acuerdo a información oficial, se han detectado cerca de 20 pasos clandestinos en la Región de La Araucanía, de los cuales un 70 % ya fue inspeccionado por las autoridades chilenas y actualmente cuentan con patrullajes preventivos.
El seremi Campusano destacó que anteriormente se realizaron recorridos en los pasos Pino Hachado e Icalma, con el fin de fortalecer la seguridad y cooperación en la zona limítrofe con la Provincia del Neuquén.
“Estos puntos de control son estratégicos para frenar el tráfico de drogas, armas y contrabando, pero también para evitar que prófugos de la justicia crucen impunemente entre ambos países”, señaló la autoridad.
El caso Aigo: un recordatorio de la fragilidad fronteriza
El tema vuelve a ocupar un lugar central a raíz del recordado asesinato del sargento neuquino José Aigo, ocurrido en marzo de 2012 cerca de Aluminé.
El efectivo de la Policía de Neuquén fue asesinado a sangre fría por dos ciudadanos chilenos vinculados a grupos anarquistas, quienes lograron huir hacia Chile a través de un paso clandestino, eludiendo todos los controles fronterizos.

A más de una década del crimen, los homicidas continúan prófugos, lo que pone en evidencia la vulnerabilidad de los pasos no habilitados y la necesidad de reforzar la cooperación binacional en materia de seguridad.
“La memoria del caso Aigo nos recuerda que la falta de control fronterizo no es solo un problema administrativo, sino una amenaza directa a la vida y a la soberanía”, señalaron fuentes policiales consultadas por LA ANGOSTURA DIGITAL.

Controles más estrictos y nueva oficina de Aduanas en Temuco
Durante el operativo de supervisión en Mamuil Malal, se constató que los controles a personas y vehículos son rigurosos y permanentes, permitiendo la detección de drogas, armas, dinero y otros elementos prohibidos, además de procedimientos de deportación conforme a la normativa vigente.
La prefecta inspectora Catalina Barría, jefa regional de la PDI, subrayó la importancia de detectar falencias y carencias en los controles “para seguir fortaleciendo la seguridad interior y evitar la expansión de delitos trasnacionales”.
Por su parte, el delegado presidencial Eduardo Abdala reconoció el esfuerzo del personal que trabaja a diario en condiciones climáticas extremas y anunció medidas de coordinación con sus pares argentinos para mejorar la vigilancia conjunta en los pasos cordilleranos.
En paralelo, se confirmó la próxima instalación de una oficina de Aduanas en Temuco, que permitirá reforzar la trazabilidad de productos, el resguardo fitosanitario y la competitividad económica de La Araucanía.
Una frontera extensa, porosa y estratégica
El corredor cordillerano entre Neuquén y La Araucanía —donde se ubican los pasos oficiales Cardenal Samoré, Icalma y Pino Hachado— es considerado una de las zonas más extensas y difíciles de controlar del continente.
La combinación de relieve montañoso, baja densidad poblacional y condiciones climáticas extremas facilita la existencia de rutas clandestinas que son aprovechadas por organizaciones delictivas.
En ese contexto, los gobiernos de ambos países enfrentan el desafío de reforzar la cooperación en inteligencia, tecnología y patrullaje binacional, para impedir que estos pasos sean utilizados por el crimen organizado.



