En el corazón del sur argentino, Bariloche, El Bolsón y Villa La Angostura conforman un triángulo irresistible que seduce a visitantes de todo el mundo. No solo por sus lagos turquesa y montañas nevadas, sino por algo más profundo: una identidad compartida donde naturaleza, cultura y sabores locales se combinan en una experiencia única.
Argentina se consolidó en los últimos años como uno de los destinos turísticos más atractivos de Sudamérica gracias a su diversidad natural, cultural y gastronómica. Desde las Cataratas del Iguazú hasta los glaciares de Santa Cruz, el país ofrece escenarios para todos los gustos:
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Aventura, para quienes buscan adrenalina en los paisajes más extremos.
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Descanso, en entornos de paz, bosques y lagos.
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Historia, reflejada en la arquitectura y las costumbres locales.
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Sabores regionales, que transmiten la esencia de cada región.
En este contexto, la Patagonia se ha convertido en el territorio ideal para el turismo de experiencias, donde cada visitante puede conectar con la identidad local a través de rutas temáticas, festivales y productos típicos.
Entre las muchas rutas que atraviesan la Patagonia, hay una que combina todos los sentidos: la Ruta Cervecera Patagónica, un recorrido que une a Bariloche, El Bolsón y Villa La Angostura en torno a la pasión por la cerveza artesanal.

La cerveza artesanal en la Patagonia no es solo un producto: es una manifestación cultural. Detrás de cada pinta hay historias de inmigrantes, montañas, agua pura y esfuerzo comunitario.
Por eso, quienes recorren esta ruta descubren que el secreto no está solo en el paisaje, sino en la pasión compartida que une a estas tres joyas del sur argentino: Bariloche, El Bolsón y Villa La Angostura, donde cada sorbo cuenta una historia y cada viaje deja el deseo de volver.
Bariloche: la cuna cervecera argentina
San Carlos de Bariloche fue pionera en la elaboración artesanal del país. A mediados del siglo XX, inmigrantes europeos introdujeron recetas y métodos tradicionales que, al fusionarse con el agua pura de deshielo y los ingredientes locales, dieron origen a marcas legendarias. Hoy, la ciudad cuenta con más de 30 cervecerías, tours guiados, degustaciones, y bares con vista al Nahuel Huapi que se llenan de turistas cada atardecer.
El Bolsón: el alma del lúpulo patagónico
A unos 120 kilómetros hacia el sur, El Bolsón respira libertad, arte y naturaleza. Su valle fértil produce uno de los mejores lúpulos del país, ingrediente esencial para lograr los aromas y amargores característicos de la cerveza. En sus cervecerías locales y ferias artesanales, los visitantes pueden conversar con productores, probar ediciones limitadas y descubrir cómo la cerveza se transformó en parte del espíritu comunitario del pueblo.

Villa La Angostura: elegancia, calma y maridajes frente al lago
El circuito se completa en Villa La Angostura, donde la experiencia cervecera adquiere un aire de sofisticación. En sus cervecerías boutique, cada pinta se acompaña con gastronomía regional: trucha fresca, cordero patagónico, ahumados caseros y chocolates artesanales. Muchas ofrecen degustaciones con maridaje frente a vistas incomparables del Lago Nahuel Huapi o el Bosque de Arrayanes, convirtiendo el momento en una postal inolvidable.

El Camino de los Siete Lagos: un trayecto que enamora
El tramo entre Bariloche y Villa La Angostura, conocido mundialmente como el Camino de los Siete Lagos, es mucho más que una conexión vial: es una experiencia sensorial completa.
Sus miradores panorámicos, playas escondidas, cascadas y paradores invitan a hacer pausas en el camino, disfrutar un almuerzo patagónico o probar una nueva cerveza artesanal con vista a la montaña.
Durante el verano, este recorrido se llena de ciclistas, motociclistas y viajeros de todo el mundo que recorren la ruta en busca de naturaleza, libertad y buena cerveza.

Festivales, turismo y comunidad
Cada destino patagónico celebra su identidad cervecera con eventos que atraen a miles de visitantes. En Bariloche, el Festival Nacional de la Cerveza Artesanal, declarado de interés turístico, reúne a productores de todo el país con degustaciones, música y gastronomía regional.
En El Bolsón, la Fiesta Nacional del Lúpulo es un clásico de febrero, mientras que en Villa La Angostura crece año a año la propuesta de ferias gastronómicas y cerveceras que integran productores locales con visitantes y vecinos.(Noticias Argentinas)



