Un neuquino integra la primera tripulación del nuevo patrullero oceánico multipropósito ARA “Almirante Storni”

El joven neuquino de 27 años, integra desde hace 8 años la Armada Argentina, pertenece al escalafón Operaciones y realizó la capacitación de Nadador de Rescate. Cuenta su experiencia como marino, sus actividades en el destructor ARA “Sarandí” y su futuro próximo, en el nuevo patrullero oceánico multipropósito ARA “Almirante Storni”.

Juan Pablo Pincheira ingresó a la Armada Argentina en 2014 “para ser el distinto en la familia”, introdujo con una sonrisa. Es que ya conocía el ámbito militar porque su familia está ligada al Ejército Argentino, pero él fue el único que se inclinó por la Marina.

“La verdad es que me convencieron en la Delegación Naval de mi provincia. Primero pensé en ser Infante de Marina, pero cuando vi los buques me volví loco”, confesó. “Hoy la Armada es mi vida. Es una profesión que conlleva mucho sacrificio tanto familiar, físico e intelectual, pero a la vez brinda muchas satisfacciones”, amplió el marino oriundo de Neuquén.

Lo que más le gusta del ámbito naval es “salir al mar y la adrenalina del trabajo. Porque cuanto más picado está el mar más quiero estar ahí; me encanta. También darse cuenta que la presencia de uno da tranquilidad a los compañeros; se siente bien eso y me reconforta”, aseguró.

Acostumbrado a navegar, Juan Pablo realizó varias navegaciones en innumerables unidades de superficie de la Fuerza como avisos, corbetas, logísticos, destructores, y transportes. “Me gusta salir al mar y sumar en cada navegación más experiencia”.

Su último destino fue el destructor ARA “Sarandí” con asiento en la Base Naval Puerto Belgrano, al sur de la provincia de Buenos Aires, donde pudo participar de diversas Etapas de Mar y quedarse con la satisfacción del deber cumplido.

En el destructor tuvo gente a cargo y desempeñó tareas como Nadador de Rescate en la cubierta del buque, brindando la seguridad necesaria al personal que trabaja allí. “Cuando uno está presente, la gente de mar trabaja tranquila”.

Sus actividades durante las navegaciones difieren de las que realiza cuando está en tierra firme. Allí, cuando por ejemplo hay una maniobra en dársena, se presenta para adiestrar con otros nadadores de rescate de la Fuerza, y en navegación, se aboca a las operaciones de rescate y a las guardias como operador sonar, por su especialidad naval, en la Central de Información de Combate (CIC) de la unidad. “Los días de trabajo son cambiantes y para nada rutinarios, eso me gusta”, manifestó.

En la Armada Argentina hizo más que amigos, subrayó, a quienes los considera como una familia, y se siente muy satisfecho de pertenecer a la Institución. “Considero que servir a la Patria es estar presente en una tarea, y ser útil”, destacó.

De Neuquén al mar

Juan Pablo nació y vivió toda su adolescencia en la ciudad de Neuquén. “El recuerdo más vívido que tengo es con mis amigos del barrio. Nos íbamos caminando hasta al río y pasábamos el día nadando allí”, dice evocando esos momentos y los paseos en la cordillera.

Hoy sus padres viven en Bariloche, y la familia de origen se completa con un hermano mayor, Gabriel, y un hermano del corazón, Nicolás.

Juan Pablo, el más chico de la familia, desde pequeño practicó muchos deportes. En Neuquén jugaba al vóley en el Centro de Educación Física Nº 1 (CEF1), allí surgió esa pasión y la admiración por su coterráneo Javier “Mono” Sánchez de Gigantes del Sur, equipo de vóley de la ciudad neuquina.

Desde ese entonces no dejó de jugar y ahora lo hace de manera profesional. “Juego al vóley en el Club Olimpo de Bahía Blanca, y para complementar mi entrenamiento como nadador de rescate hago natación, corro, y voy al gimnasio”, agregó sobre sus actividades fuera del ámbito naval.

De Neuquén lo que más extraña son los momentos compartidos en familia y a sus amigos, por los que siempre vuelve a su tierra natal. “Además de extrañar las manzanas y el membrillo”, comenta y se ríe.

De las experiencias vividas en la Armada, hay una que recuerda especialmente: un viaje antártico a bordo del rompehielos ARA “Almirante Irízar”. “Toda comisión es linda, me gustó mucho ir a la Antártida y participar de una campaña muy operativa”, expresó.

En cuanto a sus expectativas, Juan Pablo tiene la idea de finalizar su carrera en la Armada siendo Nadador de Rescate, capacitación para la cual debe recalificar todos los años. También desea hacer la capacitación en Paracaidismo: “Cerraría así, el círculo tierra, agua, y aire. En este último caso como paracaidista de búsqueda y rescate. Siempre busqué capacitarme, en primeros auxilios, como guardavida en el ámbito civil; porque me gusta ser rescatista”.

Hoy, el neuquino vive en Punta Alta, ciudad cercana a la Base Naval Puerto Belgrano donde se encuentra el ARA “Sarandí”. Pero este año cambiará de rumbo y, como todo marino, será destinado en alguna unidad asentada a lo largo del litoral marítimo argentino.

En octubre del año pasado viajó de comisión a Francia para buscar al nuevo patrullero ARA “Almirante Storni” que llegó a Buenos Aires a principios de noviembre para incorporarse a la Armada Argentina y tener apostadero en la Base Naval Mar del Plata. “Me gusta esta nueva experiencia de poder ser parte de la primera Dotación del buque, era una de mis metas en la Armada y pude cumplirla”, concluyó con orgullo.

El patrullero ARA «Storni» cumplirá tareas de control y vigilancia en espacios marítimos de jurisdicción nacional; fue adquirido con una partida presupuestaria correspondiente al Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), y se incorporó a la Fuerza para ampliar las capacidades de vigilancia, control y defensa de los recursos marítimos nacionales.

Al mando del Capitán de Fragata Oscar Luis Latorre con su dotación compuesta por 42 marinos, el “Storni” llegó en diciembre a la Argentina, luego de estar varios meses en Concarneau (al sur de Francia) realizando el Programa de Adiestramiento y Operación de los equipos de la unidad.

Copy Protected by Chetan's WP-Copyprotect.