Gran cantidad de mujeres marcharon por el centro de Villa la Angostura y en los distintos rincones del país para hacer oír su voz y reclamar por sus derechos y el fin de la violencia.
Una vez más, un importante grupo de mujeres volvieron a marchar por Villa la Angostura en un justo reclamo por sus derechos y en contra de la violencia de género.
En horas de la tarde se realizaron actividades en el gimnasio Calafate, para luego marchar por el centro de la localidad, donde el mal clima no fue un impedimento para que hicieran oír sus reclamos-
La organización local Vivas y Furiosas dio a conocer un comunicado en este 8M donde destaca ¡A la huelga una vez más! ¡Hermanas! ¡Compañeras!
Un nuevo paro internacional y plurinacional de mujeres, travestis, trans, no binaries y maricas nos encuentra hermanadas en este territorio reivindicando el carácter de lucha que ha asumido el día Internacional de la mujer bajo el lema ¡Vivas nos queremos! en circunstancias críticas como las que seguimos atravesando en nuestro país donde las mujeres y disidencias nos encontramos en emergencia Nacional por violencia de género.
Las brutales estadísticas nos arrojan en los dos primeros meses del año la escalofriante cifra de 52 femicidios, 2 trans-travesticidios, lo que representa una mujer asesinada cada 26 horas. 54 hijes quedaron sin madre, el 71 % de los femicidios ocurrieron en los hogares de las víctimas y el 63% fue perpetuado por parejas o ex parejas. El 20% de las mujeres habían denunciado a su agresor previamente y el 27% había pedido una orden de restricción.
Las violencias ejercidas hacia mujeres e infancias son una realidad innegable en toda la sociedad. Y exige acciones urgentes para promover cambios ideológicos y culturales impostergables dada la vinculación con las relaciones de poder subyacentes en las desigualdades de género. Dichas desigualdades han sido identificadas, denunciadas y difundidas a lo largo de la historia.
En Villa La Angostura, seguiremos señalando las numerosas violencias ejercidas por el ESTADO MUNICIPAL:
Violencia contra las trabajadoras municipales del área de limpieza, cultura y tránsito, las cuales son hostigadas por sus jerárquicos, a quienes se las intenta silenciar apelando al uso de “sumarios administrativos” con causas inventadas, a quienes se las empuja hasta llegar al extremo de sacar una licencia psicológica o renunciar a su empleo. También a aquellas a las que se les niega la posibilidad de ascender, sino es mediante favores sexuales. A las cuales se les ofreció como pócima mágica un “protocolo Guadalupe” que está lejos de ser implementado.
Violencia contra las trabajadoras del hospital, las cuales son atacadas por ser primero madres y luego trabajadoras, humilladas en las reuniones de personal por la dirección, que hace del manejo de la salud publica un kiosquito y que se olvida del derecho a la lactancia, conquista histórica de los feminismos.
Violencia contra las mujeres que ejercen las tareas de personal de limpieza, precarizadas y explotadas por complejos de cabañas no habilitados, a las cuales se les niega su derecho a contar con aportes, obra social, ART, pero mientras tanto los políticos de turno, debaten si indultar multas a esos mismos explotadores, y si hacer las inspecciones correspondientes.
Violencia contra las madres, las hijas y nietas que caen en las manos del área de desarrollo social que usa como latiguillo un “te quito a tus hijes”, bajo el prisma de lo que elles consideran debiera ser una “buena madre”. Esa misma violencia con la que le cortaron los recursos económicos en ENERO a GUADALUPE, según dictamino la Fiscal Mauri.
Seguimos topándonos con la ignorancia de los reclamos, el maltrato institucional hacia mujeres vulneradas, la inoperancia de las y los funcionarios, la falta de capacitaciones en materia de violencia de género, la falta de compromiso con la problemática, pese a que el intendente Stefani, salga en la prensa a decir lo contrario.
Paramos para seguir denunciando y visibilizando las diferencias estructurales que aún sostienen las desigualdades de género. Señalamos las desigualdades intrafamiliares que perduran como estigma por el solo motivo de ser mujeres recayendo en nosotras la mayor parte de las tareas de cuidado, un trabajo romantizado y jamás reconocido económicamente. El trabajo doméstico que realizan mayoritariamente mujeres y niñas de manera gratuita encierra además todas las tareas necesarias para la reproducción de la fuerza de trabajo y es uno de los puntos de apoyo de las ganancias capitalistas.
¡eso que llaman amor es trabajo no pago!
¡Si nuestras vidas no valen entonces produzcan sin nosotras!
Las desigualdades acentuadas por los dos años de pandemia en el ámbito laboral nos hablan de un notorio retroceso de los niveles de participación laboral formal de las mujeres en toda la región. Habiendo sido las mujeres parte crucial de la primera línea de respuesta a la pandemia. Exigimos políticas laborales económicas y sociales destinadas a enfrentar las desigualdades de género a corto, mediano y largo plazo.
La violencia económica sigue golpeando la realidad de gran parte de las mujeres, aunque seamos el 50% de la población, seguimos representando al 70% de la sociedad más pobre. El aumento del trabajo informal o no remunerado reduce la disponibilidad para el trabajo pago. En situaciones de crisis las mujeres somos las primeras en perder los trabajos y las últimas en volver a ser contratadas. No podemos seguir pagando deudas públicas a los especuladores, exigimos que los recursos sean utilizados para responder a las necesidades más importantes. Exigimos la plena implementación del cupo laboral trans.
¡La deuda es con nosotres!
Estamos hartas del poder que históricamente siguen ejerciendo sobre nuestras decisiones, cuerpas y territorios, subestimando nuestros conocimientos ancestrales, nuestros sentires y pensares.
¡Nuestrxs cuerpos y territorios no son tierra de conquista!
Es urgente desarticular este estado patriarcal que nos sigue revictimizando, que nos obliga a renunciar y luego NO NOS CREE, que nos expone, que rebalsa de fundamentos para amparar a los culpables en la impunidad y justificar sus conductas, quedando como única solución nuestra autodefensa.
Repudiamos los atroces fallos de la justicia en los casos de violencia de género y femicidios. Y REPUDIAMOS LOS DICHOS DE ADRIAN DE LILLO EN AUDIENCIA PUBLICA, EN LA CUAL MANIFESTO QUE EL HOMICIDIO DE DOS VARONES EN DICIEMBRE PASADO, FUE EL MAS GRAVE DE LA HISTORIA JUDICIAL: Sr. Fiscal, le preguntamos: no entendió lo que el pueblo le dijo aquel dia en las puertas rotas e incendiadas de fiscalía? Las mujeres no somos ciudadanía de segunda categoría.
¡Necesitamos una reforma judicial y estatal feminista YA!
El estado no nos cuida, la policía cómplice no nos cuida. La actuación policial siempre resulta funcional a las violencias machistas. El novio de Guadalupe que no la defendió, el policía retirado y condenado que abuso de su nieta, todos y cada uno de los policías que no investigan y se enriquecen del narcotráfico, que se esta robando la vida de niñas y adolescentes en Mallin.
No damos más de furia ante cada acto desgarrador perpetuado por esta cultura de la violación. Donde la violencia sexual y el adoctrinamiento por medio del dolor permanecen accesibles y naturalizados, fomentados por la misma cultura que luego nos vende preocupación para disfrazar sus anhelados puntos de rating. Vemos recrudecer diariamente la violencia sexual hacia el avance de las mujeres libres.
¡El estado opresor es un macho violador!
¡Basta de violencia hacia nuestros cuerpos!
¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos!
¡No queremos flores, bombones y
felicitaciones
! ¡Queremos que paren de matarnos!
Estamos cansadas pero estamos juntas. Nos sostuvimos y nos sostenemos entre nosotras, logramos hacernos escuchar y que nos vean en las calles. Sabemos que es duro, sabemos lo mucho que falta pero nos mueve el deseo de cambiarlo todo, por nosotras y por las que vendrán sigamos organizadas y fuertes siendo parte del movimiento social contemporáneo más significativo. La historia compañeras nos está llamando.