“Invito a todos los vecinos de Angostura a que reflexionemos… ¿Qué le doy yo a mi Pueblo?”

La vecina Mónica Hunko expresa “habría que analizar los recorridos y las frecuencias, para que hasta las zonas más alejadas dispongan de un transporte público, quizás con un sistema de “postas” combinando vehículos grandes con vehículos más pequeños que lleguen a los puntos más distantes”.

 

Sr. Director:

En estos últimos tiempos he leído algunas noticias en diarios locales que me han llevado a reflexionar acerca de varios temas que, aunque parezcan que no están relacionados unos con otro, a mi parecer tienen un hilo conductor que los conecta.

Me refiero a la contraposición entre la postura del RECLAMO  vs la postura del APORTE.

La primera noticia es la que está relacionada con la entrega que hizo el gobierno provincial de vehículos de transporte escolar para algunos grupos de nuestra localidad.

LAS SOLUCIONES DEMAGOGICAS  GENERAN DESIGUALDAD Y TERMINAN AFECTANDO EL DERECHO DE TODOS.

Ante esta situación me pregunto: ¿Quién va a manejar el transporte?;  ¿Quién paga su sueldo?; ¿Quién se hace cargo del combustible?; ¿Quién se va a hacer cargo del mantenimiento del vehículo y que pasa cuando este se rompa?; ¿acaso los padres de esos alumnos no tienen que venir  también al pueblo a trabajar?;  ¿existe algún acuerdo con Parques Nacionales por el cual el Municipio o la Provincia tiene que brindar servicios a quienes eligieron irse a vivir a esos lugares tan alejados?.  Ya en otra carta de lectores que escribí hace unos años advertí respecto a estos temas que iban a surgir a raíz del creciente asentamiento de familias en aquella zona y lamentablemente el tiempo me dio la razón.

El tema del transporte público es algo que nos afecta a TODOS y no solo a un grupo. Todas las mañanas, cuando voy a mi trabajo, paso por la entrada de dos escuelas y no se puede imaginar el caos de automóviles que se genera, teniendo en cuenta que cada auto lleva a un alumno, o a lo sumo dos. A esto se suma que muy esporádicamente suele haber algún agente de tránsito que no puede ser reemplazado por un semáforo,  que en vez de ordenar el tránsito, solo está las 24 hs. Indicando precaución.

Por otro lado, los turistas  que están sin auto también tienen dificultad para trasladarse de un sitio a otro de la localidad.

Estoy segura que esta situación se mejoraría con un transporte público eficiente y diseñado en función de las necesidades de la comunidad y de los turistas. Si hubiese un transporte público adecuado, muchos de nosotros elegiríamos manejarnos en trasporte público en vez de tener que andar con nuestros vehículos particulares.

Mientras tanto, el servicio de transporte público  está siempre necesitando ser subvencionado porque los números no le cierran. Es un círculo vicioso: el transporte tiene pocos usuarios y la gente no adquiere el hábito de manejarse con trasporte público porque el servicio no se adecua a sus necesidades.

Por esta razón es que considero que habría que repensar el tema del servicio de transporte público para encontrar una solución integral de manera que se adecúe a las necesidades de toda la comunidad, incentivando el uso del mismo y logrando así que sea  rentable.

Habría que analizar los recorridos y las frecuencias, para que hasta las zonas más alejadas dispongan de un transporte público, quizás con un sistema de “postas” combinando vehículos grandes con vehículos más pequeños que lleguen a los puntos más distantes (incluido el Paso Fronterizo).

De esta manera se lograrían varios beneficios:

Se reduciría la cantidad de vehículos particulares en horarios críticos como son los de las entradas y salidas de los colegios;

Se permitiría una circulación fluida en todo el ejido tanto para residentes como para los turistas;

Se incrementaría la cantidad de usuarios de transporte público lo que haría más rentable las empresas de transporte.

Y, algo muy importante, se beneficiaría a TODA LA COMUNIDAD y no a un solo sector de la misma.

El otro tema es el relacionado con el reclamo que realizó un grupo de vecinos por el mantenimiento de un espacio público.

Ante esta situación me pregunto: ¿Acaso no hubiese sido más productivo que en vez de reclamar el mantenimiento por parte del municipio con ferias y música, hubiesen llevado herramientas para acondicionarlo ellos mismos?.

Viendo esto, inevitablemente me vienen a la memoria nuestros pioneros fundadores que hace 90° años no dudaron en poner de su bolsillo dinero para lograr mejoras al pueblo.

Y ahí es donde veo la vinculación entre las dos noticias: En ambas se pone en evidencia que hoy en nuestra sociedad se ha impuesto la cultura del RECLAMO, en vez de fomenta la del APORTE.

En función de esto, propongo e invito a todos los vecinos de Angostura  a que reflexionemos y nos preguntemos ¿Qué le doy yo a mi Pueblo?, ¿Qué aporte desinteresado y de corazón brindo a la comunidad para que estemos mejor?.  Pregunta muy oportuna, teniendo en cuenta que el próximo 4 de junio se recuerda el DIA DEL VOLUNTARIO.

Porque, como dice una de mis canciones favoritas:   PERMANECER  Y TRANSCURRIR, NO SIEMPRE QUIERE SUGERIR HONRAR LA VIDA.

Muchas gracias por su atención.

 

Claudia Mónica Hunko

DNI 17.433.258

Villa la Angostura

 

 

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