De ganar la lotería, a la tragedia en un viaje que era soñado

Víctor González, Gerardo Casella y Alba González fallecieron tras el alud que afectó al Hotel Huinid Bustillo, en Bariloche. Ana María Marturet resultó herida. El perfil de las tres víctimas fatales a partir de los testimonios logrados por el diario El País de Uruguay.

 

Era un viaje anhelado para las dos parejas oriundas de Florida. Gerardo Casella (67) un exgerente del Banco Hipotecario de esa ciudad y su esposa habían suspendido ese viaje por la llegada del Covid-19. En 2020, Casella -una persona jovial y apreciada en Florida- adquirió un billete entero del Gordo de Fin de Año y acertó el primer premio. Sacó alrededor de US$ 4.5 millones. Lo invirtió todo en casas. Seguía viviendo igual. Una persona que se daba con todo el mundo y le gustaba ir a los remates”, relató un vecino al diario uruguayo El País.

Y agregó: “Casella tuvo esa suerte y ahora esa desgracia. Como que la vida te da y te quita”.

Hay casi 50 familias Casella en Florida. Los primeros Casella llegaron a fines del siglo XIX y se asentaron en esa capital departamental. Hace cincuenta años, todos los Casella eran parientes entre sí. Ahora solo los une la amistad y el saber que, muy atrás en la historia, todos descienden de un tronco común.

“Gerardo y sus familiares son muy cercanos a la capilla San Cono. Muy devotos y personas queridas en la ciudad”, dijo ayer uno de los parientes.

Tras pasar lo peor de la pandemia, Casella y su esposa Alba González Giovanelli, comenzaron a pensar en el viaje al sur argentino. Casella mismo coordinó la partida con su cuñado, Víctor González Giovanelli (78), un floridense radicado en Piriápolis. A González Giovanelli lo acompañaba su esposa Ana María Marturet.

El sábado 4 de junio, González Giovanelli publicó en una red social videos que mostraban los picos llenos de nieve del Cerro Chapelco en San Martín de los Andes. En uno de ellos se observa a su hermana y a la esposa de Casella. En otro, González Giovanelli acaricia un perro: “Un amigo en San Martín de los Andes”, publicó en su página de Facebook.

La tragedia

Melipal es un barrio ubicado en las afueras de Bariloche, a 2,5 kilómetros del centro cívico de la ciudad. Allí se encuentra el Complejo Huinid, integrado por dos hoteles, apartamentos y cabañas. Uno de ellos, el hotel Bustillo, tenía colmada el 100% de su capacidad (54 habitaciones). El otro hotel, llamado Pioneros, estaba en reparaciones, y sobre una ladera del Cerro Otto que da hacia la parte trasera del hotel Bustillo, se construye un tercer hotel, destacó en su resumen el diario El País.

Según pudo consignar ese medio, las parejas uruguayas ingresaron por la tarde al hotel Bustillo y se instalaron en las habitaciones 105 y 107 situadas en la parte trasera del complejo, que da hacia la ladera del Cerro Otto.

A las 18:20 horas del lunes 6 de junio, un alud de barro se desprendió del cerro, rompió los gaviones (mallas de hierro rellenas de piedras) e ingresó a las habitaciones. La gigantesca masa de barro llenó ambas habitaciones de piedras, ramas de árboles y barro.

“Las causas del derrumbe serían tres según medios argentinos: las intensas lluvias de las últimas 24 horas que aflojaron el barro de la pendiente del cerro, los movimientos de tierra para la construcción de un tercer hotel y la falta de canales de la pendiente lo cual genera el empuje sin control del agua“, esbozó aquel medio en tierras uruguayas.

La intensidad del desprendimiento fue de tal magnitud que el barro llenó ambas habitaciones, superó el pasillo e ingresó a las piezas que dan al frente del hotel Bustillo que tienen vista al Lago Nahuel Huapi.

El segundo jefe de Bomberos de Melipal, Santiago Busch Frers, dijo a La Nación: “El terreno se licuó, se hundió la base y el alud se metió en el primer piso del Hotel Bustillo. El impacto más grande fue en las habitaciones 105 y 107, y en un pasillo que hay en el fondo de la pileta. Nosotros rescatamos a cinco personas. La última fue una señora que estuvo atrapada unas dos horas. La estuvimos conteniendo hasta que pudimos estabilizar el lugar y sacarla”.

La víctima era la uruguaya María Marturet, pareja de González Giovanelli. Su esposo no tuvo la misma suerte. Murió en el alud. En tanto, los cuerpos de Gerardo Casella y Alba González Giovanelli fueron encontrados horas después.

Un buen tipo

Oriundo de Florida, hacía tiempo que González Giovanelli se había afincado en Piriápolis con su esposa María Marturet. Pese a que los años pasaron, en Florida lo recordaron ayer por su calidez humana. “Era un buen tipo, tranquilo, servicial”, dijo Mario C. a El País, quien deseó no ser identificado.

La médica Elisa “Macacha” Valdez, oriunda de Tacuarembó, conoció a Víctor González Giovanelli hace unos 15 años, recordó. Se puso en contacto con él a través de un conocido en común. Valdez estaba explorando las medicinas alternativas y se enteró del método Quantec (un método de sanación que apunta a “armonizar y equilibrar el campo energético humano”) que González Giovanelli practicaba con la ayuda de un aparato que él había adquirido.

“Cuando mi amigo me comentó sobre él y sobre Quantec, pensé que estaba loco. Pero cuando vi los resultados que tuvo sobre él, que empezó a sentirse mucho mejor, lo contacté”. A partir de ese momento, ella y el ahora fallecido establecieron un vínculo profesional. Valdez le recomendaba a muchos de sus pacientes que lo contactaran y probaran el método Quantec. “Le mandé a mucha gente a lo largo de los años”, relató la profesional.

Valdez dijo a El País sentirse devastada por la noticia que González Giovanelli había perdido la vida en el alud que aconteció en Bariloche. “Estamos todos de luto por la noticia. Una persona muy seria, muy generosa. Ayer (por anteayer) mismo le escribí por un paciente y me respondió el mismo día. ‘Hermanita, estoy en el exterior. Llego el lunes’. Estamos con un dolor… Él no era médico, pero estudiaba todo el tiempo. Un encanto de persona, lamentó Valdez.

*Con información del diario El País (la nota completa en: https://bit.ly/3xwl601)

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