Homenajearon al soldado Jorge “Moncho” Aguila en Paso Aguerre, el primer neuquino en caer en Malvinas

El gobernador Omar Gutiérrez participó este domingo en Paso Aguerre de las actividades realizadas en homenaje a Jorge Néstor Águila, “el Moncho”, quien murió el 3 de abril de 1982 durante una operación para recuperar las islas Georgias, durante la guerra de Malvinas.

 

Néstor Águila cayó en combate el 3 de abril de 1982 en Grytviken, Georgias del Sur, convirtiéndose de esta manera en el primer soldado nativo de la provincia del Neuquén caído en acción durante una guerra.

Las actividades comenzaron a las 10 en el museo que recuerda la vida de Águila, donde se realizó el izamiento de las banderas nacional y provincial. Hasta allí llegó la caravana de vehículos encabezada por los ex combatientes de Malvinas que había partido muy temprano desde Neuquén Capital. También unos 60 jinetes arribaron al lugar para homenajear al soldado caído, en lo que fue la 28 cabalgata en homenaje al “Moncho”.

Luego, las actividades se trasladaron al mausoleo que cobija los restos de Jorge Néstor Águila. Allí se entonaron los himnos nacional y provincial y se colocaron ofrendas florales en el mausoleo. También, el gobernador Gutiérrez entregó un cuadro a los familiares del soldado caído y se entregaron 400 claveles a los presentes para colocarlos allí.

“Venimos a presentar nuestros respetos, honor y gloria a nuestro querido Moncho Águila, rescatando la historia (…) No se festejan las guerras, tenemos la responsabilidad de transmitir a la niñez y la adolescencia todo lo que pasó. Estoy convencido de que ellas y ellos jamás plantearán que una disputa territorial se resuelve con violencia y menos que menos con acciones militares”, dijo el gobernador Gutiérrez.

“Son 40 años de aquella decisión infundada, porque el fin no justifica los medios, de enviarlos a las islas en inferioridad de condiciones de todo tipo, poniendo en riesgo de vida a nuestro pueblo. En ese contexto hubo 23.548 hombres y mujeres que fueron al frente para defender nuestra patria; y que como Néstor partieron lejos de casa en tiempos de incomunicación, de no saber qué pasaba”, agregó el mandatario.

“Nuestras Malvinas son nuestras, forman parte de nuestro corazón, de nuestra identidad, porque son la coherencia de lo que marca la historia. Por eso el camino es el diálogo, las relaciones diplomáticas y el derecho internacional; y debemos hacerlo con decisión, porque han pasado 40 años y estamos en deuda”, puntualizó. “No será la manera de que finalmente cicatrice la herida, porque eso no va a ocurrir nunca, pero establecer lo que todos sabemos; que las Malvinas son argentinas, será la manera de haberle rendido respeto, honor y gloria a los veteranos y a los caídos en Malvinas”, cerró el mandatario.

El jefe comunal de Paso Aguerre, Alberto Eusebio Gómez, dijo que es muy importante “mantener la memoria viva para que no haya guerras nunca más. Debemos tener memoria de la decisión que se tomó en ese momento, que fue irreparable por las pérdidas humanas. La solución de los conflictos debe ser siempre a través de la discusión, los diálogos y los consensos”. “Sabemos la tristeza que causó en su familia y su comunidad la muerte de Moncho. Para nosotros es un honor y un orgullo que sus restos descansen aquí”, concluyó.

Francisco Sánchez, por su parte, recordó a todos los soldados neuquinos caídos en Malvinas: el “Moncho” Aguila, Tulio Lacroix, Eduardo de Ibañez, Mario Flores, Jorge Cisterna y Daniel Miguel. También dijo que Paso Aguerre “tiene el mejor y más significativo monumento de la provincia”. Además, transmitió a la comunidad de Paso Aguerre que “del proyecto de juntar tierra de todas las provincias del país para llevar a Malvinas, decidimos que aquella que nos represente sea la que sacamos de aquí del cementerio de Paso Aguerre”.

También habló Marcos Sarmiento, maestro de “Moncho” en la primaria: “Me honra profundamente la presencia de las escuelas aquí -sostuvo- Ojalá interpreten los niños las cosas que nos están pasando ahora (…) que se reclame la soberanía con paz”.

Por último, y de frente a la persistente y fría brisa que acompañó las actividades durante toda la jornada, Sarmiento recordó una vieja anécdota de su vida docente en Buta Ranquil: “Había un viento de esos que asustan y te vuelan todo. Estábamos en la escuela esperando al obispo Don Jaime de Nevares, quien cuando llegó nos dijo chicos, no se preocupen, parece que el viento nos está bautizando”.

Copy Protected by Chetan's WP-Copyprotect.